domingo, 7 de diciembre de 2008

UNA HISTORIA ESCOLAR

ES UNA HISTORIA CREADA POR LA ALUMNA: Andrea Floretzmy Gutiérrez Novela
Introducción

En el siguiente texto, narro una historia ficticia, que cuenta las situaciones que se viven en una escuela, durante los primeros días del mes de diciembre.
Esta escuela, se encuentra ubicada en pueblo, llamado Acambaro, que es vecino, del centro turístico, Valle de Bravo, en el Estado de México.
En este texto, hablaré de los principales puntos que tratamos, en el Bloque II de la materia Escuela y Contexto, el cual trata de La organización del trabajo en la escuela primaria. El contexto al que pertenece la escuela de la que hablo, es una comunidad rural, pero no tan marginada, porque se encuentra cerca de un centro vacacional importante, pero la población que asiste a esta escuela es de escasos recursos económicos.

En esta historia podemos observar que el trabajo en las escuelas primarias que se encuentran en un contexto parecido a la escuela de la lectura, tienen una organización que no es igual a la de las escuelas de las ciudades.

Los maestros de las escuelas rurales, tienen más funciones, que solo estar al frente del aprendizaje de su grupo, esto se debe a que muchas veces, estas escuelas, son de tipo multigrado bidocentes, o como en este caso tridocentes.

Los maestros en este tipo de escuelas, tienen que hacer las funciones de conserje, director, secretaria, y las que sean necesarias para cubrir las necesidades de la escuela.

Aunque no solamente veremos las características de las escuelas rurales, también las características de las escuelas urbanas, el papel del maestro y las actividades que realizan los alumnos en la escuela, en cada uno de los dos contextos.

Dedique parte muy importante del texto, a señalar, la influencia que tiene el contexto social, y la cultura de la comunidad, en las características de los niños, también en las actividades escolares y en la imagen que tiene que mantener el maestro.

Todo esto es muy importante en la organización del trabajo de una escuela y en verdad, el contexto social en el que se encuentra una primaria, tienen una gran influencia en las actividades y relaciones que se desarrollan y establecen dentro de una escuela.

Nosotros como alumnos, todavía no sabemos a que escuela nos van a mandar a dar clases al egresar de la licenciatura en educación primaria, y en realidad, esto no importa tanto, porque sea cual sea el contexto en el que nos toque trabajar, nuestra misión, es ayudar a mejorar la educación de los niños, y todos los niños vivan donde vivan tienen este derecho.
Los primeros días de diciembre:
Hoy es 1° de diciembre, así que en este día empiezan las fiestas dedicadas a la Virgen de Guadalupe en el pueblo. La gente que vive en Acambaro es muy creyente, y para ellos es muy importante conservar sus tradiciones y costumbres.

Desde hoy, y hasta el 12 de diciembre, en las tardes se pone la verbena en el jardín principal del pueblo.

Las verbenas son muy bonitas y alegres, aquí nos podemos encontrar de todo, antojitos mexicanos para cenar, dulces tradicionales como el algodón de azúcar, adornos para navidad, como piñatas, faroles, escarchas; y también postres, como pasteles por ejemplo.

Pero para todo esto, todavía falta mucho, apenas van a dar las 8 de la mañana, y estoy esperando a mis alumnos para poder empezar las clases, aunque se que seguramente algunos van a llegar tarde, porque desde mediados del mes pasado, empezó a llegar el frío, y al parecer a mis niños les cuesta más trabajo levantarse, y a quién no. Lo bueno, es que yo vivo en una casita que esta enfrente de la escuela.

La casita (en realidad solo por llamarla así, porque no es pequeña) es de un matrimonio como de cincuentaitantos años, y también vive con ellos, una de sus hijas, la más chica, pero en realidad por las tardes la casa siempre esta llena de niños, porque los nietos de Don José y Doña María, siempre vienen a jugar con sus primos. Todos son muy respetuosos, y después de un año de vivir con ellos, ya me siento parte de la familia.

Por eso no me cuesta trabajo llegar a la escuela a las 7:30 de la mañana, solo tengo que cruzar la calle, pero mis niños tienen que caminar más, aunque por lo menos aquí no hace tanto frío como en las faldas del Nevado del Toluca, que no nos quedan tan lejos.

Cuando llego a la escuela lo primero que hago es darle una barridita al salón, para quitar el polvito que se mete durante la noche, porque a las ventanas les faltan algunos cristales.

También acomodo las sillas que hayan quedado desacomodadas y ordeno las pocas cosas que tengo en mi anaquel, y al último sacudo mi escritorio y saco los libros que voy a ocupar durante ese día. Tengo que hacer todo esto, porque en esta escuela no tenemos conserje, cada maestra nos encargamos del aseo de nuestro salón.

Aquí es muy diferente que en las escuelas donde fui a practicar en la Ciudad de México, allá en cada escuela hay un maestro para cada grupo, un director, un intendente, personas que se encargan de vender comida en la cooperativa, secretarias, maestro de educación física, de educación artística, y en algunas hasta de inglés.

En las escuelas de la ciudad, se toca el timbre a las 8 de la mañana, si es lunes los niños se forman para la ceremonia de Honores a la Bandera, luego entran al salón y el maestro toma lista de asistencia, aquí a simple vista se ve cuantos y quienes son los que faltaron.

Casi siempre, los maestros empiezan las clases con la materia de matemáticas, esto se debe a que a esa hora los niños vienen descansados y despejados de la mente y se les hará más fácil el tema, que más tarde cuando estén cansados de otras materias.

Pero yo pienso, que a la primera hora se les debe de poner una materia que les guste a los niños, para que un día antes, piensen con gusto que al otro día tendrán que ir a la escuela.

Lo mejor para el horario escolar, es que unos días comiencen con matemáticas y otros con una materia que les guste como Ciencias Naturales.

En la ciudad, cuando los niños salen al recreo, se van corriendo a formarse en la tiendita, para alcanzar lo que quieran desayunar, un sándwich, un hot dog, una torta, una hamburguesa, fruta picada, o unos tacos.

Aquí no tenemos tiendita dentro de la escuela, a la hora del recreo casi todas las mamás vienen a traerles el almuerzo a sus hijos, casi siempre frijolitos con tortillas calientitas, o .un poco del guisado que prepararon en su casa, pero lo que nunca puede faltar es un buen pedazo de queso o de panela. Al menos eso es lo que desayunan los que son más afortunados, porque tengo alumnos que vienen a la escuela solo con una taza de café en el estomago.

En las escuelas de la ciudad, los maestros pueden salir de su salón y andar caminando por todos lados, mientras dejan trabajando a su grupo, algunos no todos, así se la pasan caminando caminando, hasta que se encuentran otro maestro con quien platicar. Aquí nosotras no podemos hacer eso, porque además de que este contexto nos exige estar mucho más al pendiente del aprendizaje de nuestros alumnos, aquí no hay de que contar muchos chismes, al menos que la maestra Tania y yo critiquemos a la maestra Lupita, o que ellas me critiquen a mi, de ahí en más no hay nadie de quien chismear.

Pero aquí no nos podemos dar es lujo, siendo solamente tres docentes al frente de una escuela, el trabajo en equipo es fundamental, y hasta eso, en este año que llevo trabajando en este lugar, poniendo cada quien de nuestra parte, casi no se nos han presentado problemas, en parte a la buena organización que hemos logrado y también a la cercanía que mantenemos con los padres de familia, aunque a decir verdad, tampoco todo ha sido miel sobre hojuelas con ellos.

La maestra Lupita es la directora de la escuela, pero también es la maestra del primer ciclo. Ella es la directora, porque tienen muchos años trabajando en este pueblito, la maestra llegó aquí cuando tenía 18 años, y se casó con el hijo del dueño de un rancho de aquí cerca, donde cultivan pinos, que después serán árboles de navidad.

Actualmente vive en una bonita casa enfrente del jardín, ahora solo vive con su esposo, porque sus dos hijos se fueron a estudiar la licenciatura a la Ciudad de México.

También por eso creo que la escuela, a pesar de ser rural, no esta en tan malas condiciones, porque la maestra Lupita ha trabajado toda su vida aquí, y siente a la escuela y a todas las personas que han pasado por ella, como parte de su familia.

En una ocasión cuando recién había llegado a este lugar, le pregunte a la maestra si le había costado trabajo acostumbrarse a vivir aquí, ella me contesto que como es normal, al principio extrañas a tus padres y a tus hermanos, a tus amigos, las salidas y la vida de la ciudad, pero que poco a poco vas descubriendo que en todas partes puedes encontrar diferentes formas de ver las cosas bonitas de la vida. Y además, también me dijo, que le había ayudado mucho enamorarse, y cuando se caso, acostumbrada o no acostumbrada se tenía que quedar a vivir en el pueblo por el trabajo de su esposo. Pero hoy en día ella ya se siente de aquí y no de la ciudad.

La verdad yo no me quiero quedar para siempre aquí, pero quiero estar el tiempo suficiente para ayudar en todo lo que pueda a mejorar la educación de estos niños, y no salir corriendo al primer problema que se me presente.

Yo llegue aquí, hace poco más de un año, recién egresada de la Normal de Maestros. Me mandaron a esta comunidad, porque la maestra encargada de los grupos que tengo actualmente, se fue a mitad del año escolar y Tania se tenía que encargar de cuatro grados, desde tercero hasta sexto de primaria,

Tania solo tiene en la escuela un año más que yo, y la enviaron a este pueblito casi por las mismas razones que a mí.

Espero estar aquí unos cinco, años más, aunque quien quite, como la maestra Lupita yo también encuentro el amor aquí, jaja, no se, todo puede pasar, pero la verdad pensar en despedirme de estos niños y de esta gente me causa tristeza, pero bueno para eso todavía falta mucho esperemos.

Como bien pensé, ya son las 8:15 y apenas van llegando mis últimos alumnos, los veo desde aquí, cruzando la puerta de entrada. Después de hacer el aseo del salón, me doy un tiempecito para escribir este diario, y poder así, platicar un poco conmigo misma; pero ya es hora de comenzar la clase, sobre todo porque es muy importante que termine de ver los temas de este bimestre esta semana, porque en los días que vienen, además de que mis alumnos llegaran tarde, algunos por no decir la mayoría, faltarán continuamente.

Esto se debe a que por estas fechas, comienzan a llegar turistas a Valle de Bravo para pasar las vacaciones navideñas; los padres de familia no mandan a sus hijos a la escuela en estos días, para que les ayuden a elaborar y a vender artesanías.

Al principio esta situación me molestaba mucho, pensaba que como podían los padres hacer que faltarán sus hijos a la escuela, para ponerlos a trabajar, ya que es obligación de los padres mantener y darle a sus hijos todo lo que necesitan. Para mostrarles mi punto de vista, sobre esta situación a los padres de familia, organice una junta, les dije que era muy importante que sus hijos no faltarán a la escuela, que perder clases por ir a trabajar podía llegar a afectar el aprendizaje de sus niños.

Me contestaron, que ellos estaban concientes de lo que les estaba diciendo, pero que necesitan el apoyo de sus hijos durante esos días en el trabajo familiar, porque ellos no tienen muchos recursos, y que esa es la época del año en que más pueden aprovechar para vender sus artesanías y contar con un poco más de dinerito, y que si, era cierto, no mandan a sus hijos en estos días a la escuela, pero que solo es en esta temporada, y que es porque en verdad lo necesitan.

Algunos al principio se molestaron, por haberlos llamado a la reunión, pero al final comprendieron, que era mi obligación enterarme de cómo están las cosas y de expresarles mi opinión ante dicha situación. Y aunque todavía no estoy conforme con esta situación, se que no puedo cambiar las costumbres de la gente de un día para otro.

Son las 8:20 y ahora si es hora de empezar las clases.

Aquí estoy, otra vez escribiendo en mi diario, es que ahorita tengo tiempecito, porque los niños están en el recreo, me llama la atención verlos, porque juegan a tantas cosas diferentes, y tienen juguetes, que tenía años, que no veía a un niño jugar con ellos en la ciudad.

Son muy ágiles para jugar con el trompo y también hacen muchas suertes con el yoyo, la vuelta al mundo, el perrito y el columpio; otros niños están jugando con sus carritos, y los más grandes están jugando futbol en la pequeña cancha.

Las niñas están jugando con sus muñecas de trapo y con sus trastecitos de barro, si estuviera en la ciudad, las niñas estarían platicando de quien quiere a quién, pasándose chismecillos, platicando del grupo musical de moda, y como ya se acerca la fecha de lo que van a pedir de navidad.

Pero en este pueblito, que esta en medio de los bosques de pino y de otros árboles de coníferas, donde de vez en cuando nos llega la brisa del lago, y si tenemos suerte vemos una mariposa monarca posada cerca de nosotros, los niños no crecen tan rápido, aquí los niños siguen siendo niños más tiempo que en la ciudad, aunque después tengan que crecer casi en un instante, cuando salen de la primaria o la secundaria y tienen que trabajar, o las niñas cuando las casan como a los 17 años y a veces hasta de menor edad.

A mis niños, no les preocupan esas cosas todavía, ahorita lo único que les preocupa es ser el más bueno en el trompo yoyo o en el futbol, y a las niñas que sus compañeros no quebren sus trastecitos de barro, con el balón de futbol, y por supuesto que su muñeca de trapo sea la más bonita de todas.

Entre la maestra Lupita, Tania y yo, decidimos dejar que los niños y las niñas, trajeran sus juguetes a la escuela, porque en la escuela no hay los suficientes balones y pelotas parque los niños puedan jugar, solamente tenemos un balón de futbol y uno de volyball, pero solamente tenemos cancha de futbol, así que tuvimos que tomar esta medida para que todos tuvieran con que divertirse durante el recreo, ya que esto es muy importante para que el niño sienta un ambiente agradable en la escuela, y venga a estudiar con gusto, cosa que es muy importante para favorecer el aprendizaje de los alumnos dentro de la escuela. Pero eso si, a la entrada a clases los juguetes se dejan en uno de los anaqueles y cuando entran del recreo también, y a la salida cada quién se lleva sus juguetes a su casa.

Ya sonó la campana para volver a clases, estas últimas horas veremos la materia de Ciencias Naturales, porque ya vimos Español y Matemáticas, y veo a mis alumnos un poco enfadados, y esta materia siempre les llama la atención.

Ya son las 12:30 y los niños se van a sus casas, van emocionados porque saben que hoy es el primer día de la verbena en el jardín, después de comer en cada una de sus familias se comenzarán a arreglar para ir a la fiesta.

Doña María y Don José, ya están listos para irse a Misa de 7:00 de la tarde y yo salgo con ellos hacia el jardín, que esta enfrente de la iglesia, y a solo una cuadra de la escuela y de la casa.

La hija de Doña María y de Don José, junto con sus hermanas y hermanos mayores, tienen un puesto de antojitos mexicanos, en la verbena.

Pero primero todos entramos a celebrar la Misa, nosotros como maestros se supone que tenemos que tener una postura laica, pero cuando llegué al pueblo, la maestra Lupita me aconsejó que si era Católica, procurará participar en las tradiciones de la comunidad, que porque sus costumbres son muy importantes para ellos y me podían tomar a mal no participar en sus fiestas.

Así que aquí estoy, comiendo un tamal y tomando una taza de atole. Unos niños se me acercan porque me quieren mostrar algo, algunos son los nietos de Don José y de Doña María, otros son algunos de mis alumnos, me llevan hasta el puesto donde venden adornos de navidad, para enseñarme los que les habían parecido bonitos, y aprovecho la oportunidad para comprar los adornos de temporada, para el salón de clases, y otros para la entrada de la casa.

El sol se ha ido a dormir, ya no queda ni un pincelazo de los colores del atardecer, el jardín se ilumina con las luces de los faroles, las luces de bengala, y más tarde todos observaremos el cielo para ver los fuegos artificiales.

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